Con el objetivo de determinar el módulo en el que será recluido, un grupo de especialistas, entre ellos un psicólogo, elaborará un perfil de personas del ex director de Pemex, Emilio “N”.
En el módulo de ingresos y a la mayor brevedad, Emilio “N” será visto por un médico, quien le realizará una revisión general para detectar dolencias y posibles tratamientos clínicos que necesiten tener continuidad durante su encarcelamiento.
El ex titular de Pemex también será entrevistado por un equipo técnico formado por un jurista, educador, trabajadora social y psicólogo, quienes lo evaluarán y le asignarán la ubicación más adecuada en el centro penitenciario, según los criterios de la clasificación de reos, teniendo en cuanta su personalidad de historial delictivo.
Durante el periodo de evaluación, el ex funcionario mexicano podrá ser visitado por sus familiares y su defensa sin restricciones de tiempo.
Posteriormente, un máximo de 10 personas, previa acreditación, podrán tener contacto con él a través de ventanillas y, hasta un máximo de cuatro familiares lo podrá visitar los fines de semana.
Emilio “N”, al igual que el resto de los reclusos, podrá comprar productos que necesite de una pequeña tienda con la que cuenta la cárcel, mismos que deberán adquiridos mediante una tarjeta magnética individual con una cantidad semanal limitada, a la que se denomina peculio, además de los suministros básicos que son proporcionados por la administración penitenciaria.
Debido a que dentro del penal no se puede usar dinero de curso legal, sus familiares serán los encargados de transferirle un máximo de 80 euros, unos 87 dólares cada semana.
El ex director de Pemex dispondrá de un máximo de 10 llamadas telefónicas al mes y podrá recibir visitas todos los sábados, a través de un cristal y un teléfono que le permitirá comunicarse con sus familiares.
Fuente:Reforma