Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez.- El combate a la corrupción tema principal del discurso político. Se habla a diario de las administraciones pasada pero no se castiga. Los problemas del desempleo y la inseguridad siguen campeando.
Al cumplirse este lunes 1 de julio el primer aniversario del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la república resulta interesante recordar algunos de los conceptos que manifestó en lo que fue su primer discurso como candidato vencedor.
El mensaje principal que además fue el tema principal a lo largo de toda su campaña electoral, estuvo enfocado en la necesidad de desterrar la corrupción del país, respetar la libertad empresarial y hacer un llamado "a todos los mexicanos a la reconciliación y a poner encima de los intereses personales el interés general".
Otro punto importante del mensaje -que fue breve, pues solo duró 16 minutos- el presidente López Obrador se comprometió a que “bajo ninguna circunstancia se permitirá la corrupción ni la impunidad”.
Aunque también hay que señalar, que ahora a siete meses del funcionamiento de la nueva administración federal de la llamada Cuarta Transformación de la República, existen señalamientos que ponen en entre dicho de que los objetivos anunciados hace un año estén siendo cumplidos.
Porque en el tema del combate a la corrupción -que es uno de los favoritos en las conferencias mañaneras, en donde un día si y otro también, se habla de los actos de corrupción en las última administraciones federales- hasta ahora no se han visto decisiones determinantes para investigar esos mismos actos de corrupción de ex funcionarios de todos los niveles.
Bayo el argumento de que ya lo pasado pasado, no se han castigado a los responsables de esos actos de corrupción que todos los días sirven de fondo para responder a los cuestionamientos de los periodistas.
Todos los días se repiten y se dan a conocer escandalosos casos de corrupción, que significan miles de millones de pesos, pero como parte de esa política de borrón y cuenta nueva, no se ha castigado ejemplarmente, como debería de ser, a los responsables.
Otro de los asuntos relacionados con la corrupción, ya no en las administraciones pasadas, sino en la presente de la Cuarta T, es el de las llamadas asignaciones directas de obras y compras de medicamentos, que han llegado incluso hasta el estado de Veracruz.
Hace ya un año, AMLO anunció que aumentaría la inversión pública, para impulsar actividades productivas y crear empleos, pero la realidad muestra “otros datos” ya que, hasta ahora las grandes inversiones como la refinería en Dos Bocas Tabasco, el Tren Maya del sureste y el corredor Transístmico solo son proyectos más que realidades.
También ha sido muy criticado el anuncio de que se iban a dar empleos en nuestro país a los centroamericanos que pretenden llegar a los Estados Unidos.
En ese mismo tema, la firma de un acuerdo para entregar 10 mil millones de pesos a El Salvador, aunque fuera dinero que vendría de Estados Unidos, también es motivo de polémica.
Sobre todo, cuando el mes pasado, IMSS dio a conocer que en mayo se registraron 3,983 empleos que representa una caída de 88.3% en comparación al mismo mes de 2018. Además, detalló que aunque se registraron 40,664 nuevos empleos permanentes se perdieron 36,861 empleos eventuales.
De acuerdo con especialistas la baja generación de empleo tiene que ver con la disminución de la inversión en el país. De hecho, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en marzo la inversión fija bruta registró una disminución de 3% en términos reales.
Porque los empleos a los jóvenes ninis, son temporales, por un año, para capacitación más que como una fuente de trabajo permanente.
Hay otros temas en la agenda política, que se están tratando de mitigar con los nueve programas estratégicos de Bienestar, que consisten prácticamente en entregar dinero en efectivo a diferentes sectores sociales.
En fin, que ya se cumple el primer año desde el triunfo del nuevo gobierno de la Cuarta T y los primeros siete meses ya en funciones desde la presidencia de la república y las opiniones son unas en contra y otras a favor, pero la más importante es la que cada quien tiene, de acuerdo como le va.
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