Parece que fue ayer cuando la Universidad Veracruzana salía a las calles, para hacer frente al incumplimiento de los pagos y los compromisos adquiridos por el gobierno de Javier Duarte. En esa fría mañana de marzo de 2016, donde el discurso incendiario de Sara Ladrón de Guevara hizo que más de 20 mil académicos, investigadores, docentes, estudiantes y autoridades se unieran en la icónica plaza Lerdo, para entonar una sola voz que pudiera hacer frente a los atropellos hacia la educación superior.
Desafortunadamente, esa manifestación quedó sin respuesta contundente durante el resto de la administración duartista. Misma cosa que ocurrió en los dos años del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, quien no logró cumplir con la deuda durante su gestión.
Tuvieron que pasar casi cinco años para que la administración que encabeza el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez pudiera hacer lo que parecía una tarea titánica, cabe resaltar que esto se logró sólo en dos años de gestión. Mostrando así que sólo era cuestión de voluntad política, a la par de una correcta planeación, ejercicio honesto y transparente de los recursos.
Esfuerzo que es digno de reconocimiento, ya que cubrir 3 mil 367 millones de pesos representa un esfuerzo para cumplir con los compromisos del Gobierno veracruzano, el cual que se ha visto endeudado por las malas administraciones del pasado.
Atrás quedó el egoísmo, pedantería y la incapacidad resolutiva de los gobiernos panistas y priistas y, por ello, lo que está en el pasado debe quedarse allí. Quizás sea tiempo de mirar al porvenir y seguir reconociendo las acciones que son en beneficio de la juventud veracruzana.
Con esto, queda demostrado que el Gobierno actual está comprometido con el desarrollo científico, artístico y tecnológico, por lo que los veracruzanos pueden estar tranquilos, sabedores de que hay Universidad Veracruzana para rato.
Punto y coma
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Astrolabio Político
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