Por: Jair Ortega.- Dicen que el chocolate es el mejor energizante y estimulante para el cuerpo humano, pero además tiene otros beneficios: mantiene sano el corazón y es bueno para el cerebro.
Si a Xalapa la vemos como un ente vivo en general —y no sólo una ciudad donde viven cientos de miles— podemos verla gris, fatigada, desgastada. Sus venas (calles) destrozadas; sus pulmones (parques) abandonados.
Lo que necesita Xalapa para levantarse del letargo es un «Chocolate».
Y resulta que sí hay un «Chocolate» para Xalapa: se llama José Alberto Pérez Fuentes, pero es más conocido entre la banda por su sobrenombre
«Chocolate» nació en Xalapa, en el muy popular barrio de El Dique. Tuvo una infancia difícil, con limitaciones, pero aprendió a forjarse en la calle trabajando de todo: vendió periódicos, boleaba y hasta tuvo un carrito de hot-dogs que tenía frente a la antigua terminal del ADO, en la avenida Ávila Camacho. Ahí su cena del día era siempre un jocho.
El vato es de la calle, del barrio, pues, y no necesita poses para demostrarlo. Es harto conocido en las colonias, donde tiene muchos amigos que lo conocen desde hace años, donde también destacó en el ámbito futbolero. (Por cierto, a finales de mes vendrán dos futbolistas leyenda a caminar con él en las calles de Xalapa: Antônio Carlos Santos y el mismísimo Cuauhtémoc Blanco, hoy gobernador de Morelos).
«Chocolate» es ejemplo de una verdadera vinculación con los xalapeños, pues mucho antes de las campañas fue de los pocos ciudadanos que se preocupó realmente por la pandemia del Covid19, y con su propio dinero se encargó de ir a sanitizar colonias, además de regalar cubrebocas y gel antibacterial a la flota. Lo hizo sin protagonismo, sino con el verdadero espíritu de solidarizarse con la banda en tiempos difíciles.
Y es que «Chocolate» también fue policía, algo que sí puede cacarear y presumir: conoce la entraña de la ciudad capital de Veracruz quizás mejor que el resto de candidatos.
Dicen, por ejemplo, que un político completo siempre debe pasar por asuntos de seguridad pública. Quien no sepa de esos temas, n puede presumir de ser político.
Precisamente por su conocimiento y experiencia en esos andares, es que también tiene muchos amigos en las colonias, donde lo recuerdan como parte de Seguridad Pública, la Secretaría de Gobernación y la entonces Procuraduría General de Justicia.
Precisamente en este tema, José Alberto Pérez Fuentes trae un proyecto interesante llamado «Centro Barrio», que define como «la base del desarrollo social y comunitario en donde concurren los programas de impulso al desarrollo social, económico y de administración pública, comprendiendo los factores que inciden directamente en el crecimiento de las personas en un sentido integrador, inclusivo, responsable y con un amplio sentido humanista».
La idea es tener estos centros donde no sólo sirvan como espacios para recreación, sino que sean oficinas alternativas del ayuntamiento y como sedes para consejos consultivos en donde las colonias puedan decidir cuáles son las mejores opciones para obra pública, sin depender de las ocurrencias del alcalde en turno.
Y es que el concepto que trae en mente «Chocolate» es eso: el barrio, y parte de esa propuesta también incluye también la utilización de policías de las colonias, algo que se ha perdido con el paso de los años.
Tampoco debe perderse de vista el proyecto de la captación de agua pluvial para uso doméstico, algo que los gobiernos xalapeños no han siquiera planteado pese a que poco más de la mitad del año llueve en la capital de Veracruz.
«Chocolate» es la real esperanza para Xalapa: nacido y criado en la ciudad, con cultura del esfuerzo y muy conocido en las calles, ahí donde verdaderamente se conoce, se vive, se palpa la neta de la ciudad.
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