07 de Mayo de 2024

Obed Flores, ¿conexión? de Lozoya en Veracruz

En contraste con la lacerante pobreza que se padece en municipios del Totonacapan, personajes oscuros como Obed Flores Cavazos se dan la gran vida, gracias a la inexplicable fortuna que logró gracias a sus presuntos nexos con el extitular de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, quien le habría otorgado un contrato por 200 millones de dólares para inyectar fluidos en la fractura de pozos petroleros, lo cual después le habría permitido lograr otros contratos en distintos puntos del país para, posteriormente, llevarlo a contar con depósitos para el almacenamiento de fluidos en esta región de la entidad, cómo Tihuatlán y Espinal. El señalado, según vecinos de Coyutla, era un simple comprador de barbasco hace algunos años, a quien identifican como esposo de Cristina Maribel Rojas López.

Entre las propiedades que supuestamente posee quien radicó algún tiempo en Poza Rica, figuran desde las más “sencillas” como una vivienda en la colonia Chapultepec, donde funcionan las oficinas de Petroquímicos Industriales del Norte S.A, de C.V; un edificio en San Pedro Garza García, Nuevo León; un penthouse en Bay View Grand, en Cancún, que inmobiliarias describen como un magnífico desarrollo con condominios, de los “más prestigiados en el Caribe Mexicano”; una franquicia de restaurantes en Laredo, Texas e incluso una Mansión Sharyland ubicada en Mission, Texas.

Ante este repentino enriquecimiento que no pasa por desapercibido para quienes lo conocieron en algún momento, durante su residencia en la región, hay quienes desde el anonimato piden que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) investigue su conexión con Emilio Lozoya y sus movimientos fiscales, pues no descartan que el señalado esté involucrado en la red de corruptelas que autoridades del gobierno federal han señalado que existía al interior de la exparaestatal.

Lo anterior, toda vez que el nombre de Obed Flores Cavazos salió a la luz entre los proveedores que según recibieron contratos por adjudicaciones directas (a través de Pemex) durante el sexenio pasado, y que hoy, junto a otras irregularidades, mantienen a Lozoya Austin en Alemania para no declarar ante la Secretaría de la Función Pública por estos hechos.
Y es que además de las mansiones que denotan el lujo que ahora disfruta, Flores Cavazos tendría un jet particular a su disposición, el cual, trascendió, también se pone al alcance de otros funcionarios presuntamente igual de cuestionables que él y que laboran en Pemex, quienes mantendrían al día contratos que le permiten ésta y otras excentricidades, como camionetas blindadas, yates y una minirefinería en Cadereyta, Nuevo León, cuya construcción le habría solapado el mismo Emilio Lozoya, en la cual se dice que fabrica el fluido necesario para la fracturación de pozos petroleros.

Lo dicho y el hecho de que nadie lo investigue, al parecer le permitirían poseer en la región norte de Veracruz los depósitos de fluidos de los cuales se hizo, presuntamente ilegales, tras conocer a Lozoya Austin, los cuales según vecinos que habitan en los alrededores, representan un peligro, pues no se observa cómo podría hacer frente a alguna contingencia por derrame de estos. Los puntos en que se ubican, según terceros, son San Gotardo, en Espinal y Pemexito, en Tihuatlán.

Pese a lo mencionado, y a que incluso circuló que intentó importar diésel sin informarlo a las autoridades correspondientes para presumiblemente evadir el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), en el Puente Los Indios, en Tamaulipas, donde le detuvieron varias pipas, ninguna autoridad indaga a Flores Cavazos, quien de seguir así representaría un cáncer mayor al que ya se asemeja al interior de Petróleos Mexicanos.

Con información de redes sociales

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